Hace casi un par de años, en un viaje a Jamaica mi hermana fue sorprendida con una pedida de mano en plena playa. Ella, como yo hace unos años, se sentía atraída por una boda de destino, es decir fuera de la ciudad de origen de la novia o el novio, como hice yo eligiendo la Riviera Maya para mi gran día. Si bien sé que a muchos invitados no nos habría importado para nada irnos a Jamaica, finalmente optó por elegir Formentera. Motivo por el cual me fui unos días la semana pasada.
Aunque durante la Guerra Civil y hasta 1953 la isla balear tuvo un hidropuerto, a día de hoy la única manera de llegar hasta allí, es un ferry que parte del puerto de Ibiza. Por suerte, casi cada media hora sale uno, y el trayecto es corto, pues solo están separadas por 11 km. Una vez llegados, alquilar un scooter o vespa (o coche si prefieres) es indispensable. Aunque Formentera es una isla pequeña, no es conveniente tirar del bus público o de taxis para moverse de un lado a otro de la isla.
Para esos días allí, Thomas y yo optamos por alojarnos en una casa de piedra preciosa convertida en Bed & Breakfast (Can Piedra Feliz) con solo cuatro habitaciones. Gestionada desde hace diez años por unos chicos italianos, está decorada con mucho gusto. Nos gustó especialmente poder disfrutar del desayuno al aire libre sin ruido alguno fue una maravillosa manera de empezar cada día con buen pie.
Mis imprescindibles en Formentera
Tengo que decir que los núcleos urbanos como Pujols o Francesc Xavier no me resultaron interesantes para nada. Si vas a estar allí pocos días, puedes saltártelos tranquilamente y optar por estas ideas que os dejo a continuación:
Ver una puesta de sol en Cap Barbaria
Las vistas son impresionantes y la puesta de sol es preciosa. Desde que dejas el coche en el aparcamiento, puedes caminar 1’7 km hasta el faro que hizo famoso Paz Vega en “Lucía y el sexo”, o desde uno de los diferentes montículos a mano derecha a tan solo unos 500 metros de distancia. Existe otro faro al otro lado de la isla, el de la Mola con sus acantilados. Otra estampa preciosa de Formentera.
Comer arroz con bogavante en el restaurante Es Caló
Por algo este local es considerado como uno de los imprescindibles de la isla. Desde luego uno de los mejores arroces que he probado hasta la fecha, con unas espectaculares vistas al mar Mediterráneo y con una atención muy buena por parte de su personal. Imprescindible reservar unos días antes.
Carrer del Vicari Joan Marí, 14.
Teléfono: 971 32 73 11
Tomar el sol en Cala Saona
Una de las playas más limpias de la isla y además con vigilancia. Sí, viniendo de Galicia me sorprendió que en las playas tuvieran amontonadas tantas algas secas en la orilla sin recoger. Además es de los pocos arenales que cuentan con vigilante.
Desde su chiringuito, la puesta de sol con un buen mojito es también una experiencia muy bonita. En Formentera es famosa también la playa de Illets, pero ten en cuenta que cobran 4 euros por acceder a ella. No es la ruina de nadie, pero, un poco absurdo eso de cobrar por acceder a una playa, ¿no?
¿Hay algún rincón de la isla que te gustó especialmente y recomendarías? ¡Me encantaría leer vuestros comentarios!
*Nota: Todas las fotos de este post se han hecho únicamente con móvil.
*Fecha del viaje: Junio 2019