La bruschetta: uno de mis bocados favoritos. Lo sabes bien si lees este blog o me sigues en Instagram porque a lo largo de los últimos tres años he compartido varias ideas. Y es precisamente sobre cómo preparar la bruschetta perfecta que actualizo hoy para celebrar que el blog está de aniversario.
De nuevo, me han volado otros 12 meses y me parece surrealista que haya pasado tanto tiempo porque en mi memoria todavía tengo muy reciente el recuerdo de cuando escribí el año pasado por aquí con el mismo motivo. Hablaba de lo agradecida que estaba de esta comunidad y de las personas que me animaron a abrirlo, por los contactos que había hecho, los trabajos fotográficos realizados y los contenidos gastronómicos desarrollados.
Por suerte, desde el año pasado todos han aumentado llegando a tener proyectos como la fotografía para tiendas online o la creación de recetas para blogs empresariales. Incluso para uno de estos clientes desarrollé una bruschetta… ¡como no!
Resulta fácil decir “Preparo una bruschetta y ya está”, pero incluso para montar una deliciosa tosta a la italiana hay algunos consejos que me gustaría compartir con vosotros y que harán que todavía esté más rica.
Lo primero a tener en cuenta es el pan. Hay gente que la prepara con el pan del día anterior y es, de hecho, una buena idea de receta de aprovechamiento. Pero si tienes la posibilidad de hacerla con pan fresco, de calidad y masa madre, mejor que mejor.
Es preferible evitar aquellos con harinas refinadas y, el pan ya tostado o el de molde, no sirven para preparar bruschettas.
Siguiente cuestión: la preparación del pan, que debe estar caliente y crujiente. Puedes hacerlo en el horno o en una parrilla (tipo sartén grill). Corta rebanadas anchas y hazlas dos minutos de cada lado hasta que estén doradas y con la miga tierna.
Qué ponerle encima es un poco según tu gusto aunque lo cierto es que una rebanada de pan caliente y crujiente está ya buena solo con un poco de aceite, sal y un diente de ajo frotado por encima. En Italia, es muy típica en verano la de tomate fresco con unas hojitas de albahaca, aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.
Por último, para preparar la bruschetta perfecta hay que tener en cuenta la temperatura. El pan se come inmediatamente después de prepararlo y montarlo con los ingredientes que van encima. Así no solo se disfruta todavía caliente sino que evitamos que la miga se ablande y se humedezca demasiado.
Aquí comparto algunas ideas de bruschettas que me encantan:
Bruschetta de pesto de alcaparras, cherrys y berenjena a la plancha. Tan completa que dos rebanadas de estas ya son en sí una comida.
Bruschetta de queso de cabra, pera, pipas de calabaza y tomillo fresco. Si eliges un pan más pequeño, esta idea se convierte en una cena ligera o en un delicioso entrante.
Bruschetta de mantequilla de almendras casera y manzana roja. Una opción sana al realizar tú mismo la mantequilla que podrá servirte para usar en otros desayunos o como snack a media tarde.
Bruschettina de pan de semillas con requesón, albahaca, moras y frambuesas. Para amantes de los frutos rojos como yo!
Buon appetito!