Doy la bienvenida oficialmente a la primavera con esta tarta de mousse de arándanos y nata. Aunque fuera sigue haciendo frío y parece que no vamos a poder quitarnos el abrigo al menos durante unos días más, yo empiezo a tener ganas de pasar más tiempo al aire libre, hacer nuestras excursiones por medio de bosques y dar caminatas por la playa. En este período también me encanta ver cómo las floristerías se llenan más aún de tulipanes, alstroemerias o ranúnculos, otro símbolo de que la primavera está aquí.
Lo cierto es que con la anterior receta me sentía ya preparada para abandonar el invierno y dar paso a comida más ligera y veraniega. Pero con eso de no poder guardar todavía la manta del sofá en el armario, se me quitaron un poco las ganas de proponeros la receta colorida que tenía en mente.
Entonces Thomas dijo que le apetecía preparar una tarta para una reunión familiar. Olía tan bien y todo tenía tan buena pinta que decidí que mientras él la remataba, yo me encargaría del estilismo. Así que con la idea de decorarla, cogí un abrigo y me fui a por unas alstroemerias blancas a la floristería. Cuando llegué a casa, saqué los fondos de fotografía, los props (utilería) que véis aquí y la cámara para hacer esta entrada en el blog.
Ingredientes para un molde de 16 x 12 cm
Bizcocho génoise:
150 gr harina
190 gr azúcar blanco granulado
150 gr mantequilla
6 huevos
Un baya de vainilla
Mousse:
6 claras
225 gr azúcar glas
300 gr arándanos frescos
Más:
200 ml de nata para cubrir la tarta
PREPARACIÓN
Empieza por hacer el bizcocho y para ello bate los huevos y el azúcar en un bol al baño maría durante diez minutos, luego añade la vainilla. Cuando el volumen aumente y la mezcla esté cremosa y tibia, aparta del fuego y sigue batiendo 10 minutos más. A continuación, incorpora poco a poco la harina, mezcla con movimientos lentos y luego incorpora la mantequilla ya fundida fría. Hornea 25-30 min a 150º C. Reserva y desmolda más tarde.
Ahora es el turno de preparar la mousse. Para ello, bate los arándanos en una batidora americana. Reserva. Ahora monta las claras a punto de nieve con el azúcar y después añade los arándanos. Deja enfriar el relleno en la nevera durante unas 4 horas. Monta la nata que usaremos para cubrir la nata y déjala enfriar también en la nevera.
Divide el bizcocho en tres, y monta cada capa con la mousse de arándanos y luego cubre la tarta con la nata.
Buon appetito!
Consejo: Si congelas previamente las capas de bizcocho te resultará más fácil trabajar con ellas después. Puedes envolverlas en papel film y meterlas en el congelador durante al menos una hora antes de cubrirlas con la mousse.
Fotografía y Estilismo: Carlota Fariña
Más en Instagram: #carlotafariñafoodgram